Un pequeño
resumen sobre la religiosidad de los mexicanos, en especial de los leoneses, ya
que me quedan más a la mano para la observación:
La religión católica tiene un
aproximado de 1’166 millones de creyentes alrededor del mundo lo que la cataloga
como una de las creencias con más alcance global. En México, según datos
arrojados por el INEGI en su último censo poblacional realizado en el 2010, se
sabe que 84’217,138 personas o bien, el
89.3% de la población se declaran católicos, apenas un 10.7% pertenecen a otra
religión y tan sólo un 4.9% se declaran ateos, agnósticos o sin religión.
Para el 2010 el 95.1% de la población pertenecía a alguna secta, religión o movimiento espiritual, superando por mucho al sector de la sociedad que recibe estudios, incluso a aquellos que reciben los servicios básicos completos (agua potable, alcantarillado, electricidad, etc.) lo cual demuestra que para los mexicanos desarrollar o mantener su fe en un(os) ente(s) metafísico(s) y todo poderoso(s) es incluso más relevante que modificar otros aspectos de sus vidas.
Delimitando el campo de observación y estudio a la ciudad de León, Guanajuato, podemos encontrar la misma tendencia antes mencionada, la religión católica es la profesada por la mayoría de la sociedad pero más allá de las cifras, la devoción que profesan es intensísima.
La educación privada en nuestro país es casi en su totalidad de inspiración, profesorado y/o dirección cristiana. En la televisión por cable es posible encontrar canales de producción y proyección cristiana. Esto sin mencionar las festividades, cada uno de los santos, todos tienen su día y se organizan verbenas populares para homenajearlos.
Para finales del enero inicios de febrero los leoneses observan y/o participan en las caminatas organizadas para visitar a la Virgen de San Juan de los Lagos. Todos los años durante se festeja a la Virgen de la Luz, la patrona de la ciudad (nótese la importancia del nombramiento más allá del título de Virgen). Se realizan caminatas a Cristo Rey durante todo el año pero el 27 de enero se ha tomado como el día nacional para la caminata juvenil.
El listado de ejemplos de cómo los católicos se entregan y participan en su religión es en extremo extensa. La hegemonía del catolicismo en todo México y en León es bastante clara. Aun así, coexisten y sobreviven otras creencias o religiones que si bien no llegan a las mismas cifras de creyentes la fe de los seguidores no se queda atrás.
La simple observación otorga un panorama amplio de como las religiones mueven masas, pero ¿qué pasa con los líderes de estos movimientos? No es por todos sabido cuales fueron los motivos por los que toman la decisión de representar al espíritu supremo, ya que en muchas ocasiones esto conlleva a cumplir votos o mandamientos no aplicables para los laicos ¿serán de fiar? ¿De verdad comparten los ideales cristianos o religiosos de un buen camino? ¿Profesan un ideal de fe, amor, paz, solidaridad y castidad?
Más allá de tomar los votos, los representantes del religiones al igual que en todas las carreras pueden especializase en alguna rama o tema, pero la duda que viene a mi mente es que tan objetivos son estos estudios, sobre todo en un país como el nuestro donde la mayoría de la educación gira en torno a la santísima trinidad?
El interés por el tema nace gracias a la notoria hegemonía de la religión católica y su relación y convivencia con los cultos, a la importancia que se le da por la población leonesa a sus creencias espirituales y a la curiosidad (inclusive llamada morbo) por conocer aspectos no muy explorados dentro de la religión por el temor o discreción con los que se manejan, como la vida de los sacerdotes y trabajo de los exorcistas.
Es triste y decepcionante pensar que
entre la televisión abierta y la religiosidad del pueblo se basa a educación y
el futuro de México ¿cómo progresaremos? ¿qué nos espera en el futuro? O mejor
dicho ¿qué les espera en el futuro?, seguro algo más triste y decepcionante que
lo que ahora ven nuestros ojos.
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